II. PASOS PARA LA LIBERACIÓN

1. Aceptar la realidad: Reconociendo que se está enfermo y que las posibles causas son espirituales.

2. Iniciar el tratamiento o proceso de liberación: Para lograr el objetivo que se busca, lo cual implica conocer la misericordia del Señor que se trasforma en poder, para derrotar todo lo que se opone a nuestra imagen y semejanza con Dios.

3. Empezar por hacer una excelente confusión: Implica el reconocimiento de errores, defectos, vicios, pecados, visitas a brujos o curanderos, chamanes, prácticas esotéricas y ocultistas. Esta confesión se debe hacer preferiblemente por escrito.

4. Recordar todas las heridas o traumas emocionales que vengan desde el vientre materno: Todas las mencionadas en el numeral tercero de las causas de opresión o posesiones satánicas.

5. Oración de rompimiento de cadenas intergenéricas: Es imposible caminar en una sanación o liberación si antes no rompemos toda la carga genética, física, moral y espiritual que venga desde nuestros antepasados. (Tratar de conocer prácticas esotéricas u ocultistas de nuestros antepasados)

6. Oración de sanación y de los recuerdos traumáticos: Juan 21, 15-19. Mientras que subsistan causas emocionales, afectivas, sentimentales, que hayan afectado el espíritu y el alma de la persona, es imposible que se realice una perfecta sanación y liberación.

El Señor Jesús antes de dar la misión a Pedro de pastorear a su iglesia le sana internamente el dolor que tenía de haberle negado tres veces, De igual manera, hasta que usted no declare inocentes y libres de toda culpabilidad a los que le ofendieron y le causaron esos traumas no se sanará ni se liberará.

7. Renunciar a todos defectos, pecados, errores, vicios, complejos, enfermedades que configuren los aspectos satánicos: Hechos 2, 37-41. Se deben renunciar a diario porque Dios no obliga a nadie a la salvación.

8. Oración de liberación y-o exorcismo: Aunque todos los días en el proceso o tratamiento de oración se vaya logrando sanaciones y liberaciones, dependiendo de las causales; sobre todo cuando hay pactos de sangre o maleficios con sangre de animales o humana que necesariamente requiere des sacerdote, es posible que se requiera en algún momento determinado una oración específica de liberación: Que es pedirle al Señor por los méritos de su santísima sangre, que termine de arrancar, expulsar o sanar lo que afecta a la persona en cambio, la oración del exorcismo es solo competencia de los señores obispos o de los sacerdotes delegados para este ministerio: y es el ordenar en el nombre del Señor Jesús, que al espíritu que está allí se vaya.

9. Reforzar el tratamiento o proceso de sanación o liberación: Perseverar en las oraciones, y fidelidad a las renuncias que se hicieron para ser libres, además de el ejercicio permanente de la caridad, el perdón, la participación en la eucaristía, sacrificios, ayunos y penitencias. (Lc: 11, 24-26; Mt: 12, 43-45)

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